El daño a su médula espinal puede causar una pérdida o disminución del control sobre diferentes partes del cuerpo.
Como la respiración está controlada por la acción de los músculos, es posible que experimente dificultades para respirar. No poder inhalar y exhalar por completo y perder la capacidad de toser puede provocar el desarrollo de infecciones en los pulmones e incluso neumonía.
Los usuarios de ventiladores deben recibir fisioterapia torácica activa.
Si ha sufrido una lesión grave en la médula espinal, es posible que haya perdido todo el control de los músculos necesarios para la respiración. Es casi seguro que dependerá de un ventilador para poder respirar. Su cuidador debe realizar fisioterapia torácica activa para mantener la salud pulmonar, y debe estar alerta ante cualquier signo de infección e iniciar el tratamiento indicado de inmediato.
Los ejercicios pueden mejorar la salud y el funcionamiento de sus pulmones.
Si tiene cierto control de los músculos, los ejercicios de respiración regulares pueden ayudar a fortalecer los músculos y facilitar la respiración. Exhalar con fuerza es una buena forma de empezar.